El ajoblanco es una sopa fría andaluza que se compone de pan, almendras molidas, ajo, agua, aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal. Se suele acompañar de uvas, melón e incluso cuscurrones. Este plato pudo tener su origen en la gastronomía griega. Hay otras recetas de ajoblanco como la extremeña y la manchega. En algunas de ellas sustituyen la almendra por huevo o harina de habas secas. Yo hoy os enseño como siempre se ha hecho en casa y aunque a todo el mundo le gusta muy clarito yo tengo un gusto un poco diferente y me encanta encontrarme el espesor de la almendra. El agua tiene que ser fría y el gazpacho hay que tomarlo muy frío. Ahora vamos al lío que ya me estoy enrollando mucho, jjj.





Ingredientes:

● 200 gr. almendras crudas
● 3 dientes de ajo
● 200 gr. pan
● 1 litro agua muy fría
● 200 ml. aceite de oliva virgen extra
● 30 ml. vinagre de manzana
● sal

Vamos a la receta...



Ponemos el pan en remojo en agua muy fría.

Metemos las almendras en agua hirviendo para quitarle la piel durante 5 minutos.



Ponemos las almendras peladas junto con el ajo y el agua fría en la batidora y trituramos.



Añadimos a la batidora el pan escurrido y mientras trituramos vamos añadiendo el aove y a continuación el vinagre.



Le damos el punto de sal.

Si lo queremos con una textura más fina lo podemos pasar por el chino......particularmente me gusta el granulaillo de la almendra.

Servido fresquito no van a dejar ni gota!!!