No me digas que no apetece un bocadillo de calamares recién fritos,  acompañados de una cerveza bien fresquita,  a eso de las una del mediodía, ó las dos, o las tres, ja, ja, ja. La verdad es que un buen bocadillo de calamares viene bien a cualquier hora, y más si para colmo el pan es casero, recién hecho en casa. Cuántos recuerdos me trae el bocata de Madrid, de la Plaza de Mayor o de El Brillante en Atocha. La de ocasiones que habré ido acompañada de mis padres, tíos y primos en mi niñez y de mayor con mi marido cuando vivíamos en Madrid. Si, si, he vivido en Madrid cinco años y soy una enamorada de la capital, aunque creo que ahora me costaría vivir allí después de llevar dieciocho en Ciudad Real, aunque tengo la tengo a mano gracias al ave. Os cuento sobre el bocadillo, importante para que los calamares estén bien ricos,  es que sean frescos, a mi me gusta comprarlos enteros y los arreglo y corto en casa. Otro punto a tener en cuenta es la harina, usar harina de garbanzo que es ideal para freír el pescado, aunque en esta ocasión le he puesto harina integral y han salido de lujo.

Ingredientes:

• 3 calamares enteros frescos.
• harina de garbanzos.
• aceite de oliva virgen extra.
• alioli...opcional